FRENCH TOASTS

Después del corre corre de la semana, en el que ni tiempo de desayunar tenemos o siempre desayunamos lo mismo, llega el fin de semana y apetece sentarse a la mesa para disfrutar de la primera comida del día, que para mí es sin dudarlo la mejor de todas.

Siempre lo digo...me pasaría el día desayunando.

Aquí ya hemos dado algunas ideas para un desayuno especial y diferente, como las gachas de avena o las magdalenas de avena, y hoy les enseñamos las tostadas francesas.

Son prácticamente unas torrijas, pero se diferencian en que el pan se moja en una mezcla de leche y huevo mientras que en las torrijas, primero se empapa el pan en la leche y luego se pasa por huevo. De esta forma, las tostadas francesas quedan menos tersas por fuera y más jugosas por dentro.

Lo bueno de esta receta es que la puedes tunear a tu gusto. Lo necesario es la mezcla de huevos y leche, pero luego le puedes añadir azúcar, canela, más o menos mantequilla... Eso sí, aquí lo más importante es el pan. Tiene que ser un pan duro, de unos 2-3 días y las rodajas de un par de centímetros de grosor. Esto es lo ideal, pero si te ves un día con antojo de este desayuno no hace falta que te vistas para bajar a la panadería, lo puedes hacer con pan de molde o pan que no esté duro. ¿El truco? Tostarlo antes al horno para que se endurezca un poco y no se te rompan las tostadas al remojarlas.
En mi caso utilicé pan de espelta, que ya de por sí es bastante compacto y las tostadas me quedaron súper esponjosas.

Después batí dos huevos, añadí un vaso de leche (desnatada) y un poco de canela.

Esta mezcla la paso a una bandeja y meto las tostadas para que se empapen bien. Un par de minutos por cada lado.

Mientras dejamos el pan en remojo, fundimos mantequilla en una sartén. En la receta original las tostadas se fríen en mantequilla, es decir, se echa mucha mantequilla, pero yo adapté la receta y puse una cucharadita de mantequilla, lo justo para que se doren, aportando sabor y color.