El delicioso desayuno de esta mañana se lo debemos a nuestra amiga Jeza. Fue ella quien me dijo que lo había desayunado y que podría ser una buena receta para el blog. Así que...dicho y hecho.
Bajamos al chino a por unos cuencos (para las fotos) y esta mañana tuvimos un desayuno de campeones.
A muchos este nombre de gachas de avena no les sonará, pero si hablamos de "porridge" seguro que sí. Siempre había pensado que era algo típico de Inglaterra, pero buscando información he visto que está mucho más globalizado de lo que pensaba. Eso sí, sobre todo en países donde suele hacer frío ya que se toma bien calentito. Existe, de hecho, un Campeonato Mundial de Porridge.
Lo mejor de esta receta es que es muy nutritiva y muy baja en grasas. Ideal para empezar el día con energía. Otro punto a favor es que lo puedes endulzar o salar a tu gusto, dependiendo de si eres de dulce o de salado, o según el pie con el que te levantes :-).
Hacía muchos años que lo había probado y no tenía un buen recuerdo, pero hice la receta por el blog. Pero estaba equivocada, nos quedó delicioso y seguro que repetimos. Además, con el frío que está haciendo viene genial para entrar en calor.
Pues bien, las gachas consisten fundamentalmente en cocer copos de avena. Se pueden cocer en leche de vaca, bebida de soja, de almendras, en agua, etc. La cocción depende del grado de dureza de la avena. Nosotros se ve que tenemos unas duras, porque la cocción tardó hasta unos 20 minutos, así que la próxima vez que tengamos que comprar nos fijaremos para elegir los copos suaves.
Las gachas son muy insípidas así que tenemos que darles sabor. Las podemos endulzar con miel, azúcar, canela o mermelada, y también podemos añadir una vez hechas, frutas o frutos secos.
Esto es cuestión de gustos, así que a probar hasta dar con nuestra receta.
Nuestra receta (para 2 personas) fue la siguiente:
Copos de avena: 8 cucharadas (80 gramos)
Leche semidesnatada: 2 tazas
Miel: 2 cucharadas (15 gramos)
Poner todo esto a cocer. Como ya dijimos el tiempo de cocción varía según el copo de la avena. Remover continuamente hasta obtener una textura cremosa, muy parecida al arroz con leche.
Poner en un bol y adornar. Nosotros pusimos canela y plátano. Como se ve en las fotos, la textura es bastante densa porque el plátano no se hunde.
"La mayoría de las personas prefieren confesar los pecados de los demás" (Graham Greene)
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